Si tenéis curiosidad, os proponemos un breve ejercicio de imaginación. Cuando vayáis caminando por la acera, pensad en este supuesto: imagínate que vas con tu pareja agarrados de la mano paseando a vuestro perro y os encontráis de frente con otra pareja agarrados de la mano y paseando a su perro, ¿podéis seguir vuestro camino sin que una de las parejas se aparte y deje paso a la otra? O mejor aún, imagínate que conocéis a esa otra pareja y os paráis a hablar un rato y, en ese momento, aparece un padre o una madre paseando a su bebé con el carrito, ¿podría pasar sin problemas?
Es curioso, pero parece ser que esta dificultad de poder socializarse en nuestras aceras, de poder estar en el espacio público de nuestra ciudad, no es casualidad. las ciudades están pensadas y hechas para que los coches circules por ellas y para que los ciudadanos pasen sin pararse por las aceras, y si es posible, sin hacer mucho ruido.
Para poder saber más acerca de lo comentado, os invitamos a que le echéis un vistazo al siguiente documento: http://www.arq.ufsc.br/urbanismoV/artigos/artigos_jj.pdf
Volviendo un poco con esas características de las aceras, dando una vuelta por nuestra ciudad nos encontramos con esto:
Foto capturada por teléfono móvil particular |
Os invitamos a que cuando deis un paseo, os fijéis en esas pequeñas cosas que os rodean y, si queréis, podéis dejar vuestros comentarios.
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